Este principio es esencial para dar la sensación de peso y flexibilidad a los objetos y personajes animados. A través del aplastamiento y estiramiento, se simula la distorsión que ocurre en la vida real bajo la influencia de una fuerza externa. Este principio es aplicable tanto a objetos sencillos, como una pelota rebotando, como a escenas más realistas donde se debe mantener el volumen del objeto.
Estos principios contribuyen a la sensación de realismo y física en la animación. La acción complementaria se refiere a las partes del cuerpo que continúan moviéndose después de que un personaje se detiene, imitando la inercia. La acción superpuesta implica que algunas partes se mueven a diferentes velocidades, lo que crea una sensación de profundidad y detalle en el movimiento.
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